Peñarol, primero siempre

Un día como hoy pero de 1960 se jugaba el primer partido de la Copa de Campeones de América, posteriormente denominada Copa Libertadores de América, con triunfo de Peñarol por 7-1 sobre Jorge Wilstermann de Bolivia en el Centenario. Carlos Borges marcó el primer gol en la historia del torneo.

Peñarol está marcado por la historia, porque la historia está marcada por Peñarol. Quizá por esas cosas del destino, la suerte quiso que el Carbonero, gran promotor de la creación del máximo torneo continental, fuera quien disputara el primer encuentro en la historia del certamen.

Un 19 de abril, pero de 1960, 35 mil espectadores se dieron cita en el estadio Centenario, probablemente sin pensar que estaban ante un hecho histórico. Es que en aquella fecha, los primeros equipos de Peñarol y del Jorge Wilstermann de Bolivia se enfrentaron en lo que fue el primer encuentro de la Copa de Campeones de América, denominada años más tarde, como Copa Libertadores de América, ya que admitió la participación de mayor cantidad de equipos por país.

En aquel partido histórico el Mirasol formó con, Luis María Maidana, William Martínez, Milton Alves da Silva, Santiago Pino, Néstor Gonçalves, Walter Aguerre, Luis Alberto Cubilla, Carlos Abel Linazza, Juan Eduardo Hohberg, Alberto Pedro Spencer y Carlos Borges. El entrenador fue Roberto Scarone.

Además, vale la pena destacar que en dicho partido también fue marcado el primer gol en la historia de la Libertadores, anotado por Carlos Borges. Esa tarde, Borges marcaría 2 tantos (13´ y 27´), Luís Cubilla 1 (20´) y Alberto Spencer 4 (35´, 58´, 67´ y 90´), descontando para el elenco visitante Máximo Alcóer (49´).

El árbitro del encuentro, quién también quedó grabado como el primero, fue el chileno Carlos Robles.

En el partido revancha, jugada en el Hernando Siles de la cuidad de La Paz fue empate 1-1 y clasificación para el Manya.

En esa edición del torneo participaron también, San Lorenzo (Argentina), Bahia (Brasil), Universidad de Chile (Chile), Millonarios (Colombia) y Olimpia (Paraguay.)

En semifinales, el Aurinegro eliminó al San Lorenzo del fenomenal José Sanfilippo, igualando 1-1 en Montevideo y 0-0 en Buenos Aires, ganando por 2-1 el juego de desempate, nuevamente en territorio nacional.

Las finales fueron ante Olimpia, otro duro rival que ya se esgrimía como un “copero”. El 12 de junio, en el Centenario, fue victoria locataria por 1-0, con tanto del ecuatoriano Spencer.

La revancha, el 19 de junio en Puerto Sajonia (Hoy Defensores del Chaco), terminó en empate a 1, con gol de Cubilla a los 83´, para llevarse en la hora, a lo Peñarol, la primera edición del torneo de clubes más importante del continente americano.

Como ocurrió muchas veces en la rica historia de nuestro fútbol, como para no perder la costumbre, el viejo Peñarol marcó el camino de la gloria, esta vez en el ámbito internacional.