Peñarol conquista el Mundo por primera vez

El 19 de septiembre de 1961 Peñarol derrotó a Benfica por 2 a 1 en partido desempate disputado en Montevideo y se consagró campeón de la Copa Intercontinental. Aquella fue la primera oportunidad en que un equipo sudamericano alcanzaba la cima futbolística del mundo. 


Tras perder la edición de 1960 a manos del poderoso Real Madrid, Peñarol se enfrascó en la dura tarea de obtener la Copa Intercontinental a como diera lugar.

Apenas su equipo perdió el título con los Merengues, el presidente del Carbonero por aquel entonces, el Cr. Gastón Güelfi, había asegurado: “El año que viene volveremos a ser campeones de América y le ganaremos la Copa a los europeos. Peñarol será campeón del mundo”. 

Luego de obtener por segunda vez consecutiva la Copa Libertadores de América ante el Palmeiras de Brasil, la primera parte de la promesa de Güelfi estaba cumplida. Claro, faltaba la más difícil, vencer al Benfica de Eusebio, considerado por muchos como el mejor jugador del planeta por esos tiempos.

Inmediatamente después de conquistar el segundo título continental los dirigentes José Cataldi y Fernando Parrabere viajaron a la sede de la FIFA en Berna, Suiza, para pactar las finales frente al conjunto portugués.

El primer partido se disputó en Lisboa el  4 de septiembre y finalizó con victoria por 1 a 0 en favor del dueño de casa. Si bien el Aurinegro había perdido, la prensa había destacado su buen juego y su calidad como equipo, por lo que en Uruguay existía profunda confianza en poder revertir la situación.

La revancha se jugó el 17 de septiembre en el Estadio Centenario, en donde Peñarol aplastó al campeón europeo por un contundente 5 a 0, con dos goles de Alberto Spencer, dos de Juan Joya y uno de José Sasía. 

Con un triunfo para cada equipo el reglamento establecía que debía jugarse un tercer encuentro para definir al campeón, el cual también sería en Montevideo según indicaba la regla del certamen. 

La gran final tuvo lugar en la tarde del 19 de septiembre en un Centenario repleto de punta a punta. Peñarol se impuso en forma ajustada por 2 a 1 con dos goles de Sasía, el último de penal y a pocos minutos de la culminación, en un hecho que los años transformarían en una marca registrada del club; ganar con agonía y en desenlaces increíbles.

Los encargados de cumplir con la promesa de Güelfi aquella jornada fueron: Luis Maidana; Williams Martínez, Núber Cano; Edgardo González, Néstor Gonçalves, Walter Aguerre; Luis Cubilla, Ernesto Ledesma, José Sasía, Alberto Spencer y Juan Joya.

Según relata el libro “Historia de Peñarol”, del Dr. Luciano Álvarez, los medios del mundo se hicieron eco del triunfo uruguayo y expusieron elogios. Jacques Ferrand, director de L´Equipe de París, afirmó: “Nadie podría ganarle a Peñarol. En este momento no hay ningún equipo europeo, entiéndame, ninguno que pueda aspirar a derrotar al campeón aquí en Montevideo. Es un equipo con técnica, con coraje, con disciplina”. Ferrand no sólo quedó cautivado por el juego de Peñarol; también lo impresionó su hinchada: “Ese impulsar a su equipo de la parcialidad del campeón lo considero como de un tremendo poder psicológico. Es maravillosa la forma de querer a su enseña”.

Una vez más, el místico Peñarol, pionero en Uruguay y también en América, marcaba la historia y dejaba su huella en lo más alto del mundo antes que cualquier otro equipo del continente, dando ejemplo inexorable  de que el olvidado fútbol sudamericano estaba más vivo que nunca. 



Comentarios

  1. WILLIAM RUBEN MARTINEZ EMBLEMA DE RAMPLA JUNIORS EN LA DECADA DEL 50 LLEGO COMO PARTE DE PAGO DEL PASE A NACIONAL DE JOSE CAJIGA. LUEGO DEL MUNDIAL DE 1954 DISPUTADO EN SUIZA LLEGO A PEÑAROL CLUB AL QUE DEFENDIO CON HONOR.

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  2. WILLIAM RUBEN MARTINEZ EMBLEMA DE RAMPLA JUNIORS EN LA DECADA DEL 50 LLEGO COMO PARTE DE PAGO DEL PASE A NACIONAL DE JOSE CAJIGA. LUEGO DEL MUNDIAL DE 1954 DISPUTADO EN SUIZA LLEGO A PEÑAROL CLUB AL QUE DEFENDIO CON HONOR.

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