El gran sueño de Valdez
Desde Los Aromos el Hormiga confesó que tuvo posibilidades importantes para volver al exterior pero su amor por Peñarol y la familia ganaron para quedarse. Jugar en el Carbonero “es un sueño que pude hacer de grande”, disparó el ex Nacional.
Hay algunos jugadores que parecen ser abonados de lujo a las conferencias de prensa. Algunos, incluso, tienen un discurso que parece grabado y que se repite una y otra vez casi en forma exacta. También están los que hablan poco, pero que cada tanto aparecen y cambian la homogeneidad de las notas.
Pero hay otro grupo muy especial. Reducido y casi atípico en una profesión que se vale de los medios de comunicación para posicionarse públicamente. Está compuesto por seres de muy bajo perfil y que utilizan todos las vías posibles para evitar a los insistentes reclamos periodísticos, como por ejemplo ingresar a los complejos deportivos por la puerta de atrás durante años en forma metódica.
Sin embargo, no por tímidos éstos últimos resultan menos jugosos que los anteriores a la hora de dialogar y ese es el caso de Carlos Valdez, quien sobreponiéndose al nerviosismo que le generan las entrevistas habló esta mañana en Los Aromos y dejó conclusiones muy interesantes para el hincha Carbonero.
Primero, y a modo de romper el hielo, la charla comenzó tocando puntos deportivos y surgió lo obvio: ¿Será el Hormiga titular el sábado frente a Tacuarembó? Si bien no lo admitió, dejó la perta abierta a esta posibilidad ya que “siento que estoy a la par el grupo. Estoy al cien por ciento”.
Pese a que su incorporación a la pretemporada fue tardía debido a la prolongada negociación en torno a su renovación de contrato, no perdió el tiempo y aseguró que “había entrenado aparte con un profesor”.
Tras varias semanas de preparación especial y con algunos minutos jugados frente a Juventud, el defensor explicó que el receso de este fin de semana “me vino bien porque ajustamos la parte física”.
“La idea en estos días era ponerme a punto físicamente para poder estar bien”, cosa que logró y si le toca estar en cancha el sábado en Rivera, sabe que el elenco del norte del país “será un rival difícil en una cancha que no conocemos”.
Pero la charla, por su propia naturaleza, derivó en temas que no sólo rondan lo que pasa dentro del campo de juego: “Es muy importante para mí Peñarol. Es un sueño que pude hacer de grande y ahora que lo tengo en mis manos trato de no desprenderme tan fácil”.
Lo que en otro jugador podría haber pasado inadvertido, por tratarse de un ex Nacional y encima formado en la cantera Tricolor toma una connotación especial que agranda el cariño que el hincha siente por él dada su enorme entrega por la causa Mirasol.
Lo de Nacional, “son etapas de la vida que a uno le tocan. A mí me tocó jugar ahí pero fue una etapa. Hoy estoy acá, en donde me imaginaba y soy muy feliz”, dijo muy seguro de sí mismo.
Claro, que para un jugador con pasado de selección y con muy buenos rendimientos internacionales en los últimos años, las ofertas importantes desde el exterior son una tentación a la que pocos pueden decir no, aunque para Valdez todavía hay otros valores que sobrepasan lo meramente económico: “Me quedé por mi familia. Mis viejos tienen mucho que ver. Es algo muy fuerte que hoy tengo”.
El jugador reconoció que “he tenido algunas oportunidades de irme pero la familia me llevó a quedarme en el club que quiero”.
Es muy importante para mí Peñarol. Es un sueño que pude hacer de grande
Parte de su elección de permanecer en nuestro fútbol seguramente se deba al cariño de la gente, que jamás le recriminó su pasado Albo haciendo más fácil su adaptación cuando llegó en 2011: “Estoy agradecido de la gente desde el primer día en que legué. Siempre me apoyaron”.
Justamente, de su llegada, también habló y más precisamente de quien fuera responsable de ello, Diego Aguirre, quien “es una persona que yo aprecio mucho y que me dio la oportunidad de venir y también estoy agradecido con él”, concluyó Valdez.
Foto: Juan Razquin
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