Peñarol: ¿Arrollador o dubitativo?

Peñarol es psicópata y engañoso. Te miente, te ilusiona, pero luego te baja a tierra. En la Copa Sudamericana, muestra su mejor versión, pero en el torneo local, se presenta como un equipo con problemas para generar juego y se diluye con el correr de los minutos. 


Por Alejandro Rojas


¿Qué le pasa a Peñarol? ¿Por qué se siente tanto las ausencias? ¿Porqué en la Sudamericana arrasó y le cuesta tanto el torneo local? ¿Le quedó corto el plantel a Mauricio Larriera o las ausencias por lesión y selección fueron más de lo esperado?


Todas estas preguntas se hace el hincha en el correr de estos días, después de ver los últimos partidos. Las ausencias por lesión y por convocatorias a la selección uruguaya hicieron que el entrenador Carbonero tenga que recurrir a lo que tenía, no a lo que quería. El bajo rendimiento, los errores arbitrales, la mala definición y el escaso funcionamiento ofensivo, hacen un combo explosivo que lo expone los últimos dos partidos, perdiendo cuatro puntos y no gestando un gol en 180 minutos.


Si hablamos de funcionamiento, parece que el mismo es más bajo partido a partido. Esto obviamente va intrínseco a las bajas que el plantel tiene, pero siendo Peñarol, es exasperante que por más ausencias que tenga,  tenga 20 minutos de buen fútbol y lo restante, un constante juego dubitativo con intermitencias en prácticamente todo el equipo haciendo que el rival juegue cómodo y sin preocupaciones.

 

Si hablamos de errores arbitrales, siempre hay una por partido. Christian Ferreyra, ante Boston River, no sancionó un claro penal tras barrida de un defensor con su mano derecha. Diego Riveiro, por su parte, tampoco observó una mano evidente en área rival, a un minuto de finalizar el encuentro frente a Plaza Colonia, y como última observación, Yimmy Alvarez, tampoco se percató de un claro agarrón de Abero, en área chica de Montevideo Wanderers. Por supuesto que Peñarol juega mal, pero hay errores y hay horrores.


Si hablamos de ausencias, las que repercuten más son las de Facundo Torres y Joaquín Piquerez, dos, insustituibles. El lateral izquierdo, sin recambio, y Torres, el único encargado de poder generar peligro por sí solo. A Larriera hace semanas le sacaron a David Terans y ahora a Torres, ¿Perdió esta partida o tiene para seguir? 

 

Interrogantes, dudas, especulaciones, todo, con un semestre casi perfecto en lo internacional, pero en lo local, lleno de dudas. A, por si fuera poco, el mes que viene habrá tres clásicos, uno por el torneo local y la llave de Octavos contra Nacional. 


La ilusión está, el trabajo por momentos se ve, pero quien mira de afuera, hasta este instante, se llena de preguntas y obtiene pocas respuestas con el futuro del equipo…

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